domingo, 22 de abril de 2007

La irrupción de Ivete Sangalo en el mercado español


Alejándome un poco de la linea del blog y de la seriedad que lo caracteriza, hoy día me llevé la grata sorpresa de que Ivete Sangalo, la cantante brasileña del momento, y una de mis favoritas por cierto, acaba de lanzar su primer single en español, "Si yo no te amase tanto así".


Ya había grabado canciones en español, como el cover de Roberto Carlos "Soy loco por tí América" y "Olvídame Tú" con Miguel Bosé, que está incluido en el nuevo álbum del español "Papito". Pero, sin embargo, todos fueron proyectos aislados. Y la realidad es que me gustaría mucho poder escuchar un álbum de esta excelente cantante en español.


Como llegué a escuchar a Ivete Sangalo fue una cosa rara. La conocí en la época en que era la vocalista de Banda Eva, una de las bandas más famosas de Brasil durante finales de los 90, con una mezcla bien interesante de pop y bossa nova, y con reconocidas influencias de Roberto Carlos, Elis Regina, Gal Costa y Caetano Veloso, pero con la frescura del pop-rock brasileño de Paulinho Moska, Jota Quest, Kid Abelha y Skank: influencias que, evidentemente, Ivete recoge y mezcla a la perfección.


Luego lanzó su carrera de solista, en la que se hizo bastante conocida en Brasil y Portugal, con canciones pegajosas como Pereré y Flor do Reggae, así como también la clásica romanticona como Se eu nao te amasse tanto assim y Quando a chuva passar. La más nueva que lanzó, "Berimbau metalizado", también es bastante notable.


Sin embargo, la canción que me marcó demasiado, es una de las más desconocidas, "Vem me namorar", que canta con el grupo Babado Novo, porque mezcla perfectamente el pop brasileño con su touch de bossa y soft samba, y con harto instrumental cumbianchero, bien recargada.


La mina tiene una calidad vocal envidiable, y alcanza todos los registros perfectos. Incluso en su video nuevo en español, a pesar que canta en un tono bastante bajo, la canción es íntegra, con voz y con fuerza.


Ojalá que triunfe en el mercado de la música en español, ya que realmente se lo merece, además que creo que el pop brasileño cantado en español tendría un interesante nicho en el mercado musical, por la alegría y la fuerza que tiene este estilo.


Les dejo el video de "Si no te amase tanto así" de Ivete Sangalo.


Moralismo ñoño


Hace un buen rato hay una manga de estúpidos (así con todas sus letras, porque eso es lo que son), que se dedican a bombardear mi mail y el de varios amigos con mensajes en contra de la serie “Papavilla” que da el canal MTV. La lata es que no pasan como spam, como la basura que son, sino que son de gente conocida, que creen que mandando sus mugres de mensajes se van a ganar un adepto a sus ideologías pacatas o van a ganarse un porotito para el cielo.

Encuentro que es lo último de lo último tener a una manga de bostas organizadas bajo la fachada de fundaciones pías, que en vez de dedicarse a recoger niños de la calle o dar educación a los más pobres, se esmeran en censurar la libertad de expresión que a todos los chilenos nos ha costado 16 años ganar, luego de que nos tuvieran silenciados con la metralleta en la boca durante 17 años. Esos sujetillos autoritaristas, que estaban en su salsa con Pinocho, no comprenden la magnitud de un valor tan importante como es que todos los chilenos podamos expresar como queramos nuestros intereses, hablando lo que queremos y viendo en la tele lo que queremos.

Todas estas fundaciones baratas, “El Porvenir de Chile”, “Acción Familia” y otros bastiones de retrogradismo –que todavía creen que la familia no existe fuera del matrimonio, que los hijos extramatrimoniales son engendros del demonio y que los separados y los luteranos se van a ir al infierno-, tienen un grado de paranoia tal, que en todas las cosas ven ofensas y desacatos “a la religión y la moral”… ¡como si todos en Chile fuéramos católicos! Da pena informarles, pero el 70% de la población chilena es católica, y sólo el 30% de la población es PRACTICANTE de la religión católica (es decir, de misa dominical y con sus sacramentos al día), por lo que quedamos un 70% de personas que no somos practicantes, y un 30% de la población (más o menos 5 millones de personas, o sea la población total de Santiago) que más encima no nos consideramos católicos. Así que respétennos.

Ya esta bueno que estas organizaciones baratas desaparezcan, o se dediquen a hacer cosas que traigan un bien a la sociedad, no a boicotear a personas y empresas que no piensan las mismas gansadas que ellos. Si ellos no quieren vivir en un mundo libre y moderno, bueno, váyanse a Arabia Saudita, a vivir en dictadura y en la época oscurantista que tanto les gusta.

Ni la iglesia ha levantado la voz con esto, tan poca es la importancia que le dan. Son esta manga de preconciliares rancios con olor a corcho seco que se escandalizan por tonteras los que creen que alegando con su estilo decimonónico van a logar ganarse el Cielo. Lo único que se van a ganar va a ser un juicio ejecutivo por no pago de la cuenta del cable.

Ellos dicen que no van a dejar que sus hijos crezcan en un mundo con tantas malas influencias y en el que se ven estas cosas escabrosas. Yo por mi parte, no voy a dejar que mis hijos crezcan en un mundo donde estos especímenes pacatoides andan sueltos. Quiero que mis hijos aprendan, como uno de los valores principales de su educación, la libertad de expresión, la tolerancia a todas las personas, el respeto por los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana, la igualdad de todos los seres humanos y la abolición de todas las formas de discriminación, así como la democracia, entendiendo como uno de sus principales componentes el derecho legítimo a expresarse de la forma que estimen conveniente, mientras no ofendan a las demás personas.

Si ellos van a dejar de pagar la cuenta del cable hasta que no quiten la serie, yo voy a hacer algo parecido: Voy a dejar de ir a misa hasta que me dejen de mandar al infierno cada media hora por cada cosa que pienso, hago o digo.

Bueno, yendo al punto, yo creo que esta serie “Papavilla” no ofende a nadie. Es más, la encontré inofensiva, una pendejada. Ni siquiera la encontré chistosa. Seguramente la van a suspender pronto, pero por mala.

Qué lata tener a esta manga de bostas estúpidas gritándote en la oreja lo que tienes y no tienes que hacer. Ojalá se les aparezca Dios para que les diga de una vez que están meando fuera del tiesto.

Y para que vean de lo que hablo, aquí está el primer capítulo enYouTube. No es chistosa la hueá, pero no van a perder el tiempo viéndola. Más se pierde el tiempo prestándole atención a los moralitos.








martes, 17 de abril de 2007

Protestas: un problema de derecho a manifestarse o de decadencia social?


Desde el comienzo del gobierno en curso, nuevamente a cargo de la Concertacion, hemos vivido constantes manifestaciones, ya sea a mano del area salud, los escolares, los "jovenes combatientes", por el tema del Transantiago, etc.



Hoydia, leyendo un articulo de un sujeto llamado Jose Zalaquet, un ex integrante del MAPU para el tiempo de la UP, hizo que cayera en una reflexion fugaz.



En la decada del 70, diversos grupos de jovenes, de distintas clases sociales e ideologias politicas, salieron a la calle a manifestarse y protestar por lo que ellos encontraban errado, tendiente a sus principios. Claramente el contexto era propicio para que esto sucediera, tomando tambien la influencia proveniente de Norteamerica y la corriente juvenil protestando contra su gobierno. Tanto antes del Golpe como despues de este, estos jovenes, algunas veces precariamente organizados, y otras, como grandes conglomerados, lucharon por sus ideales... y muchas veces lo lograron.



Los medios que se utilizaban en la epoca no tenian limites; iban desde pancartas hasta bombas molotov y armas de fuego, lo que muchas veces mantuvo al pais en graves condiciones de violencia. Sea cual fuere el medio que ocupasen, consiguieron su objetivo: que se produjeran cambios en un sinnumero de temas.



Hoy, aproximadamente treinta años despues, se dan situaciones similares. Claramente el contexto politico no es el mismo, pero si la gente siente la necesidad de expresarse y manifestar su malestar al gobierno de turno. Y los medios empleados no distan mucho de los ocupados en aquella epoca; quema de buses, destruccion de propiedad ajena y publica, violencia a granel.



Rescatando lo que decia Zalaquet, la herencia dejada por aquellos ex-mapucistas es un legado de impunidad de sus acciones, ya que muchos de ellos estan en las esferas politicas. Lo grafica como un grupo que se junta a tomar cerveza y dice "uuuuu! que eramos locos en esa epoca"...; claro, demostrandole a la euforica juventud que ellos lograron sus objetivos, de la manera que fuera, y nunca les sucedio nada, sin castigo alguno.



Lo errado de esto radica en que los adultos, mas que alabar la conducta de los chicos, tanto aplaudiendo u omitiendo cualquier reprimenda, deberian dar a entender que no es la forma de manifestarse. No es este el medio a traves del cual deben hacerse valer los derechos, e inculcarles lo que podriamos llamar una responsabilidad civica o una disciplina como herramienta para alegar por sus derechos.



Lamentablemente, en un momento en que la sociedad debiese estar cohesionada y unida en un fin comun, protestando todos juntos por nuestros derechos a aquellos que nos gobiernan, estos hechos de vandalismo y violencia diluyen el objetivo de las mismas protestas. Aquel fin positivo y necesario, que toda la comunidad busca apoyando la mocion, se pierde entre las masas desordenadas y vuelca en contra suya.



Es asi como la gente se vuelve insegura y asustadiza, bien aun mas vulnerados derechos como la libertad personal y seguridad individual, su integridad fisic, su propiedad, y dando pie esto para repudiar la actitud de los jovenes inconsientes que se encuentran tirando piedras en el centro.



Dando una suerte de conclusion a esto, estos motivos logran que, en vez de tener una sociedad compacta, abierta de mente, que se apoya mutuamente, tenemos grupos de personas, que discriminan a los demas por sentirse amenazados, en que el clasismo se hace latente, la violencia se convierte en el pan de cada dia, y la brecha social aumenta, obteniendo al final una involucion de la sociedad, mas que un espiritu unitario de comunidad.



PD: Dejo abierto a que den su opinion sobre el tema, y de antemano me excuso si fui poco preciso o me fui por la tangente

lunes, 16 de abril de 2007

Hacia una nueva justicia


El sistema judicial chileno ha sido, en los últimos lustros, protagonista de una profunda reforma de los procesos judiciales, dotándoles de modernidad, celeridad, certeza y, lo más importante, dando acceso a todos los chilenos a una rápida y eficiente administración de justicia.

El primer paso fue la Reforma Procesal Penal, que a mi parecer ha sido un éxito rotundo, tanto en un tema procedimental como en un tema de garantías fundamentales. En el tema procedimental, ha hecho mucho más fácil la administración de justicia, que ya de por sí es intrincada por la alta exposición social y mediática a la que están sometidas las partes. Ello se ha visto reflejado en principios sumamente útiles, como la oralidad, la concentración, la inmediación del juez con respecto a la prueba, entre otros, que apuntan a dar una mayor seguridad jurídica a los intervinientes.

Por otra parte, su impacto sobre las garantías fundamentales de los intervinientes es notable. En primer lugar, el imputado, tiene derecho a un juicio ante un tribunal que no haya tenido acceso a la investigación de los hechos, que no sea juez y parte en la causa; esto se ha solucionado con la creación del Ministerio Público, que dirige de forma exclusiva la investigación, y se presenta como contraparte del imputado, a nombre del Estado, representando los intereses de la sociedad toda. Por otra parte, ha dado al imputado la posibilidad de tener un juicio público, y en suma, de que no se le considere culpable sino hasta que una sentencia firme declare lo contrario, elemento básico del ejercicio de pretensiones punitivas del Estado sobre sus miembros; además de haberle dado, de una vez, una defensa digna y gratuita, de forma que el proceso sea totalmente adversarial y discutible, como es la lógica evidente, que no se daba en el proceso antiguo, en que la persecución penal era la bota estatal sobre la cabeza del inculpado.

Un segundo paso en este cambio fue la nueva Justicia de Familia que, a pesar de los problemas de celeridad que en ella se han suscitado (más que todo por el atochamiento de causas ante la curiosidad del nuevo proceso, y por la ley de divorcio), no deja de ser una novedad, que sin duda traerá, en el futuro cercano, muchos beneficios, puesto que su sistema de doble audiencia permite una rápida resolución de asuntos que necesitan cierta rapidez, como son el derecho de alimentos, los pleitos de filiación, los procedimientos de violencia intrafamiliar, etc.; asimismo, permite una rápida recurrencia y resolución, tomando en cuenta la cosa juzgada relativa de la que están revestidas las resoluciones judiciales en materia de familia, especialmente en el tema filiación y alimentos, permitiendo que, ante la situación de cambio de fortuna de cualquiera de los intervinientes, ellos puedan inmediatamente recurrir al tribunal que, evidentemente, también hace un sondeo y seguimiento de las causas más urgentes mediante los consejos técnicos.

El tercer paso de este gran cambio en la justicia chilena, serán, a mitad de este año, los nuevos Tribunales del Trabajo, que permitirán un rápido procedimiento inquisitivo pro-trabajador, de forma oral, concentrada y regida por el principio de inmediación.

A estos tres procedimientos nuevos subyacen una serie de características, tanto jurídicas como fácticas, de gran importancia:

1. La oralidad, que se vuelve la piedra angular del sistema judicial chileno, permitiendo deshacerse del exceso de papel que se estilaba en los antiguos procesos;

2. La concentración, que permite que estas mismas audiencias orales se desarrollen de forma continua, permitiendo que el juzgador aprehenda con todos sus sentidos el proceso que ante él se lleva a cabo;

3. La inmediación, que permite que el juez conozca la prueba por sí mismo, sin conocerla por terceros, y viendo con sus propios ojos y oyendo con sus propios oídos todas las probanzas que acreditan los hechos materia del proceso;

4. La libertad de prueba, que actualiza el anticuado sistema tarifado del Código de Procedimiento Civil, y permite que las partes presenten al tribunal las pruebas que estimen convenientes y aptas para producir fe, pudiendo el tribunal tarifarla de la forma que estime más conveniente y acorde con la naturaleza del proceso;

5. La adversarialidad, que permite que ambas partes concurran en igualdad de condiciones a defender sus posturas ante el tribunal, en un debate amplio y equitativo;

6. El soporte computacional y audiofónico, que permite el aprovechamiento de las nuevas tecnologías para reducir el uso de papel y espacio en los tribunales, al mismo tiempo que permite un fácil acceso a los escritos y resoluciones del tribunal;

7. El apoyo especializado, que hace que los jueces estén mucho mejor preparados para emitir decisiones, con el apoyo de una serie de asesores técnicos que les facilitan la tarea.

Así las cosas, creo que falta –además de una reforma al sistema tributario, que da para otro artículo- un solo paso para completar una íntegra renovación del sistema judicial chileno, que sin duda es el caso más difícil de abordar, y el que necesita más tiempo y más cambio: el sistema procesal civil.

Sin embargo, una reforma al sistema civil debe ir aparejada de varios cambios muy significativos y de estudios muy minuciosos. Creo que, lo más importante, es que la justicia civil desaparezca definitivamente en la forma que la conocemos ahora, y dé paso a cuatro tribunales diferenciados: a) tribunales civiles encargados del proceso ordinario y sumario; b) tribunales civiles encargados de los procesos ejecutivos; c) tribunales civiles del contencioso administrativo; y d) tribunales de comercio. Ello permitiría una administración de justicia más eficiente, y evitar la carga excesiva que tienen los tribunales civiles, donde más de un 70% de los ingresos anuales corresponden a juicios ejecutivos por cobro de pagarés y otros títulos, además de dar un tratamiento especial a los juicios administrativos, con sentenciadores especializados y en un proceso distinto y, por otra parte, especializar el sistema, dando prioridades y destinando recursos a la resolución expedita de los pleitos.

A mi juicio, un cambio del sistema civil a la litigación oral debería darse en las siguientes fases:

1. Demanda y contestación escritas

2. Provisión, notificaciones, etc.

3. Réplica y dúplica orales, junto con la presentación de pruebas

4. Sentencia, en un plazo no mayor a los 60 días desde la audiencia de réplica y dúplica

Eso es en el procedimiento. Pero debe haber cambios aún más profundos, como debe ser la implementación de los principios del procedimiento oral, la computarización de archivos y, especialmente, cambios en los auxiliares de la administración de justicia, y aún más específicamente, en los receptores judiciales y en el sistema de notificaciones.

Estamos claros, por un tema de seguridad jurídica, que la primera notificación debe ser personal. Pero eso de la personal sustitutiva… es un arcaicismo espantoso, hoy es muy fácil ubicar el paradero de una persona y notificarla por el medio más conveniente a su condición, sin tener que pegarle cartelitos en la puerta. Y el resto se puede hacer por el medio que las partes fijen y estimen más conveniente, bajo apercibimiento de ser notificados por el estado diario.

Además, creo que los receptores se han convertido, con el tiempo, en un gremio de pillos y ladrones, que lo único que quieren es hacer personales sustitutivas para cobrar más caro: entonces, se esmeran en NO encontrar al sujeto a notificar. La solución para eso es convertir a los receptores en funcionarios judiciales a sueldo fijo, funcionarios del Estado, que hagan su pega bien, que cumplan con sus contratos y que no sean unas vagonetas que cobran millonadas por dar tres pasos.

Por otra parte, se debe dotar a los jueces de un consejo técnico. Esto es muy necesario, puesto que la justicia civil es el resumidero de todos los temas domésticos, y como no puede haber jueces espcializados en derecho de la alimentación, derecho computacional o derecho del pan con jamón, terminan resolviendo causas de forma injusta por el solo hecho de ignorar disposiciones aplicables o prácticas y características propias del área sobre la que recae el fallo. El ius es un concepto demasiado amplio como para que sólo sea abarcado por el Derecho, y por ello las otras disciplinas deben cooperar.

Hay que hacer harto tribunal también, de manera de matar dos pájaros de un tiro: primero, dar rápida solución a los problemas de la gente, y dar pega a tanto abogado cesante que hay, para lo cual hay que hacer atractiva la profesión judicial, pagar buenos sueldos, dar acceso a especialización, beneficios, que se pueda hacer carrera por mérito, no por el tío ministro y el papá notario.

La promoción de incidentes debe ser, a mi parecer, oral, y escrita en el caso de los incidentes dilatorios. Y por supuesto, de resolución inmediata. Hoy, los incidentes están a la orden del día y anquilosan los procesos, que pierden su eficacia después de unos tantos años.

En el tema de los juicios ejecutivos, creo que no se deben cambiar en el fondo, puesto que es un procedimiento establecido en beneficio del ejecutante y con título cierto, lo que hace que no sea imperiosa una adversarialidad, que sin embargo es necesaria en un proceso civil ordinario, y que hoy no se nota, ya sea por dejación de las partes, viveza de uno y tontera del otro, o simplemente porque al receptor le dio lata notificar o notificó al vecino.

En suma, creo que se debe empezar a trabajar seriamente en este tema, para deshacernos de este proceso arcaico y engorroso, para dar paso a una administración de justicia eficiente. Sé que es difícil, porque significa derogar dos códigos y armarlos de nuevo (el Orgánico de Tribunales y el de Procedimiento Civil), así como reformular una serie de leyezuelas relevantes. Pero aún así, el mundo cambia, el Derecho cambia, y sus operadores también tienen que cambiar… es el Derecho el que está al servicio del hombre, no el hombre al servicio del Derecho.

“Revolución con sabor a arepa y ron” o el mundo según Chávez



No cabe ninguna duda que el personaje político del momento en Latinoamérica, sino en el mundo, es el dictador de Venezuela, Hugo Chávez que, más que destacar por los logros de su país, destaca por sus desmadres continuos y permanentes contra los que él cree sus “adversarios políticos”.

Pero, ¿por qué busca destacar denostando a Bush, pendejeando a Insulza, diciéndole carbonero a Foxley, sacándole la madre al Senado chileno, dándole besitos a la presidenta? Muy simple. Porque no tiene nada que mostrar en su país. De una nación que se empinaba como una de las pioneras del camino latinoamericano al desarrollo, Venezuela se ha convertido en el arlequín del tercer mundo, con una revolución socialista radical que no ha sido sino una broma de mal gusto para la democracia internacional.

De unos índices de inversión impresionantes, se ha convertido en un país mísero y mendicante, que vende el petróleo a sus aliados, todos pobres, a precio de huevo, y cuya inversión extranjera en infraestructura alcanzó la casi chistosa suma de 80 millones de dólares (LAN acaba de comprar 25 aviones para uso doméstico en 270 millones de dólares, lo que es una operación menor), que no alcanza ni para que cada venezolano se coma una arepa con queso.

No hay que hablar sobre el sentido democrático del personajillo éste… ha criticado la legitimidad de las decisiones de la ONU, de la OEA, se ha burlado de la Comunidad Europea, ha restringido las libertades de sus ciudadanos, la delincuencia prolifera, la desesperación en el pueblo arrecia. Para coronar la torta, suprimió a la oposición, y no tiene contrapeso en la Asamblea del Pueblo (qué nombre más cursi…). Podríamos rebatir esto diciendo que la oposición voluntariamente se retiró, pero un principio básico de la democracia es la alternancia en el poder y la fiscalización de la oposición, por lo que si hubiera tenido por lo menos una diatriba sobre democracia de parte de su mami, debió haber citado a nuevas elecciones, y llamar a la oposición a participar, o haberse retirado del poder… pero qué se le puede pedir, si es el primero que se agarró de la teta del Estado Venezolano, de la que mana muuucho petróleo…

Y qué decir de la cultura en Venezuela… llega a dar lástima la situación en que este bárbaro la ha dejado. Cerró un canal de televisión (Radio Caracas Televisión), aduciendo que eran “fascistas”; las inversiones extranjeras huyen y huyen, dejando al país en una situación empobrecida; la clase media atesora joyas y junta plata para poder exiliarse a Miami (cosa que ya hicieron los más adinerados); revocó todos los pasaportes venezolanos, y ahora se renuevan solamente mediante un engorroso proceso, en que se ve a la familia, sus contactos, sus ideas políticas, etc.; hay un proyecto de ley que busca que el Estado comparta la autoridad paterna con los padres de los menores no emancipados (!), así como quitarles a los padres la patria ptestad sobre los bienes de los hijos no emancipados (!!).

Y, para más, su revolución con sabor a arepa y ron, la pariente pobre de la Revolución con sabor a empanada y vino tinto de Allende, que ya era bien pobre, ha sido un fracaso: Su país está más segregado que nunca, la lucha de clases arrecia en las calles, los pobres siguen siendo pobres (si no más pobres…), la gente teme a la delincuencia, los secuestros están a la orden del día, el país está desabastecido, los precios se han ido a las nubes… claro, el petróleo vale 14 pesos el litro, pero los pobres no necesitan petróleo, si no tienen auto… necesitan un país próspero que les traspase su prosperidad, no lavarse las manos con bencina.

Así las cosas, Chávez sigue haciendo lo que mejor sabe hacer: populachear y tirar mierda a sus vecinos. Y no sabe que lo único que hace con eso es amenazar a su pueblo con una intervención internacional, se expone a someterlo al hambre y a los dolores del embargo económico, cosas a las que ya están fuertemente expuestos.

Da pena ver que en un país hermano se vulnera tan flagrantemente el estado de Derecho, en que la gente sufre por el mal gobierno, cuando deberían estar orgullosos de ser un país alegre y lleno de recursos para salir adelante… Dios se apiade de Venezuela y mande a alguien a parar a este vándalo y restaurar la democracia, por el bien de Venezuela y de una Latinoamérica desarrollada y libre.

El mundo en los ojos del Derecho

El mundo y la sociedad modernas, desde el avance vertiginoso de las ciencias y la técnica hasta la sobrepoblación y el hambre en el tercer mundo, pasando por la corrupción en las cúpulas del poder, la violencia en los estadios, el pueblo que trasladó su fe de las iglesias a los malls, el sobreendeudamiento crónico, el loco de la metralleta y el último grito de la moda; todos estos fenómenos, como diría un viejo profesor, son relevantes para el Derecho.

Esto no es una mera declaración de principios ni una frase cliché demostrativa de la superioridad de los juristas (que es bastante esporádica, por no decir inexistente), sino que es un fenómeno que se da en la realidad. El Derecho está en todas partes, y nos rodea sin darnos cuenta. En la intimidad de nuestros hogares, nuestras costumbres constituyen Derecho, y las seguimos sagradamente (aunque algunos tengan costumbres raras y hasta asquerosas...); al relacionarnos con el mundo, seguimos reglas de urbanidad y de conducta (bueno, trato pero no me pidan tanto tampoco), que son Derecho; al querer manifestar nuestros problemas a la autoridad para darles solución, recurrimos a la ley y a los procedimientos preestablecidos de retroalimentación comunitaria, que son regidos por el Derecho; la democracia de la que gozamos, es obra de una serie de garantías que el Derecho nos asegura; en el extranjero, también estamos protegidos por el Derecho, que nos sigue como una sombra dondequiera que vayamos.

En suma, somos personas por obra y gracia del Derecho. Somos personas porque tenemos derechos con minúscula (como dice el mismo viejo… profesor), somos personas porque sentimos, porque nos comunicamos, porque convivimos, y la gran herramienta de esa convivencia es el Derecho.

Hoy en día, en que el Derecho es minusvalorado, en que se le piensa como una ciencia arcaica, en que las nuevas generaciones lo pisan para pasar por encima del orden natural de las cosas, creo que es relevante que miremos el mundo de una forma que pocos hacen: Mirarlo a través de los ojos del Derecho

Y eso no significa citar artículos del Código Civil cuando vamos en la calle como algunos sujetillos tarados que conozco por ahí, sino todo lo contrario: significa caer en la reflexión de un mundo que tiene una realidad normativa compleja, y que debe ser dilucidada de acuerdo con los nuevos tiempos, de modo que los seres humanos, unidos y en comunidad, sigamos avanzando por la ruta de los tiempos en consonancia con las más mínimas normas de conducta, que hagan posible la subsistencia de nuestra raza y no terminemos matándonos a palos.

Y eso es lo que pretendemos en este blog: no crear normas, no divagar sobre teorías inútiles ni sobre elucubraciones doctrinarias sin sentido práctico, sino hacer llegar un comentario de la realidad, de la actualidad, de la contingencia, mirándolas desde una matriz común: el conjunto de normas jurídicas que regulan la convivencia entre todos los actores de la sociedad de forma eminentemente justa y equitativa, que es el Derecho.

“Y para que aproveche al máximo su compra…” le traemos también el comentario de lo que sea, sociedad, música, entretención, divagaciones personales y todo lo demás. Si total, no todo es Derecho… ¿o sí?