lunes, 11 de junio de 2007

Free Paris?


En mi lectura de prensa de esta tarde, vi una noticia que me llamó mucho la atención: Blogueros de todo el mundo se han unido en una cruzada para que Paris Hilton, la peliteñida heredera del imperio hotelero y niña mimada del jet set hollywoodense, sea liberada de prisión, luego de caer tras las rejas por manejar irresponsablemente en reiteradas oportunidades y sin un licencia de conducir.

Muchos argumentan que la beoda celebridad “no se merece esto”, que “ha dado mucho al planeta” (aparte de la media hora en cada programa de farándula mundial por supuesto), e incluso piden firmas para una carta para el Gobernador Schwarzenegger, apoyando la liberación de la blonda ricachona.

No puedo dejar de reírme de los argumentos para la liberación de esta mujercita, que, a mi parecer, se merece algo más que la cárcel, partiendo por que su papá le dé un buen rosario de cachuchazos para que se dé cuenta de lo que hace. Encuentro totalmente justo que esté en la cárcel pagando por sus culpas a la sociedad. Y después deberían mandarla a un reformatorio, o por último suspenderle la licencia de conducr de por vida. No puede ser que por el hecho de ser heredera de un imperio o dar que hablar a la farándula norteamericana, esté eximida de pagar sus culpas a la sociedad como el resto de los mortales.

Lo que se ha hecho con mandarla a la cárcel es un ejemplo. Primero, es un ejemplo de la dureza legal en EE.UU., que demuestra que todas las personas son iguales ante la ley, y tienen los mismos derechos y obligaciones. Segundo, es un ejemplo para todos esos niñtos mimados que aceleran por las calles de Malibú en autos último modelo regalados por sus multimillonarios padres, para que se pongan las pilas y no hagan leseras. Y aquí en Chile deberíamos hacer lo mismo. Enseñarles a todos esos jóvenes que manejan a temprana edad, a moderar su consumo de alcohol, drogas, etc., mientras conducen.

Es impresionante como en Chile, del total de accidentes de tránsito que podemos ver en los noticiarios, más o menos la mitad son protagonizados por jóvenes conductores, de no más de 25 años, y casi todos ellos en manifiesto estado de ebriedad o bajo efectos de sustancias sicotrópicas e ilegales. Conozco a varios que se han matado en estas trágicas circunstancias. Las penas deberían ser notablemente más severas para las personas que conducen en estas condiciones, y los padres debieran ser más cuidadosos y prudentes al decidir si regalarán un auto a su hijo. Creo que tendría que merecerlo, ser responsable, no tomar, ser prudente. Pero conozco tantos huevones y huevonas que con suerte saben caminar, y ya andan con el poto montado en cuatro ruedas, poniendo en peligro su vida todos los días. Creo que es más sensato que anden en micro, hasta los choferes son menos bestias que estos sujetillos.

Así las cosas, que los amigos y correligionarios de la Hilton no la celebren tanto, lo que hizo ella es una irresponsabilidad del porte de su imperio, puso en riesgo su vida y la de muchas personas que, afortunadamente, no se toparon en su aciago camino.

Y mientras tanto, ojalá pase los 45 días con el bucito naranja y llorando como magdalena en una celda de 2x2, para que se dé cuenta de la barrabasada que hizo y de alguna vez por todas se le aparezca una virgencita (o un fiscal) para que enmiende su torcido rumbo. Y ojalá dejen de molestarla en los programas de farándula, que sólo ver su cara de rica-pero-estúpida me da una diarrea de la puta madre.

Y finalmente, cuando se suban al auto de un amigo, no sólo hay que ver si está tomado o no: hay algunos que hasta sobrios son peligrosos. Basta revisar el historial del sujeto para saber si es un bestia o no. En caso que lo sea, más vale irse en cromi o en taxi. Más vale perder un minuto en la vida… que morir por culpa de un bestia. Y si tú, caro lector, eres el bestia, mejor vende tu auto y guarda la plata para otras cosas, porque no sirves para el mundo de los automovilistas. Crece, madura, y quizás (con suerte) se te pase lo barraco.

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