lunes, 16 de abril de 2007

El mundo en los ojos del Derecho

El mundo y la sociedad modernas, desde el avance vertiginoso de las ciencias y la técnica hasta la sobrepoblación y el hambre en el tercer mundo, pasando por la corrupción en las cúpulas del poder, la violencia en los estadios, el pueblo que trasladó su fe de las iglesias a los malls, el sobreendeudamiento crónico, el loco de la metralleta y el último grito de la moda; todos estos fenómenos, como diría un viejo profesor, son relevantes para el Derecho.

Esto no es una mera declaración de principios ni una frase cliché demostrativa de la superioridad de los juristas (que es bastante esporádica, por no decir inexistente), sino que es un fenómeno que se da en la realidad. El Derecho está en todas partes, y nos rodea sin darnos cuenta. En la intimidad de nuestros hogares, nuestras costumbres constituyen Derecho, y las seguimos sagradamente (aunque algunos tengan costumbres raras y hasta asquerosas...); al relacionarnos con el mundo, seguimos reglas de urbanidad y de conducta (bueno, trato pero no me pidan tanto tampoco), que son Derecho; al querer manifestar nuestros problemas a la autoridad para darles solución, recurrimos a la ley y a los procedimientos preestablecidos de retroalimentación comunitaria, que son regidos por el Derecho; la democracia de la que gozamos, es obra de una serie de garantías que el Derecho nos asegura; en el extranjero, también estamos protegidos por el Derecho, que nos sigue como una sombra dondequiera que vayamos.

En suma, somos personas por obra y gracia del Derecho. Somos personas porque tenemos derechos con minúscula (como dice el mismo viejo… profesor), somos personas porque sentimos, porque nos comunicamos, porque convivimos, y la gran herramienta de esa convivencia es el Derecho.

Hoy en día, en que el Derecho es minusvalorado, en que se le piensa como una ciencia arcaica, en que las nuevas generaciones lo pisan para pasar por encima del orden natural de las cosas, creo que es relevante que miremos el mundo de una forma que pocos hacen: Mirarlo a través de los ojos del Derecho

Y eso no significa citar artículos del Código Civil cuando vamos en la calle como algunos sujetillos tarados que conozco por ahí, sino todo lo contrario: significa caer en la reflexión de un mundo que tiene una realidad normativa compleja, y que debe ser dilucidada de acuerdo con los nuevos tiempos, de modo que los seres humanos, unidos y en comunidad, sigamos avanzando por la ruta de los tiempos en consonancia con las más mínimas normas de conducta, que hagan posible la subsistencia de nuestra raza y no terminemos matándonos a palos.

Y eso es lo que pretendemos en este blog: no crear normas, no divagar sobre teorías inútiles ni sobre elucubraciones doctrinarias sin sentido práctico, sino hacer llegar un comentario de la realidad, de la actualidad, de la contingencia, mirándolas desde una matriz común: el conjunto de normas jurídicas que regulan la convivencia entre todos los actores de la sociedad de forma eminentemente justa y equitativa, que es el Derecho.

“Y para que aproveche al máximo su compra…” le traemos también el comentario de lo que sea, sociedad, música, entretención, divagaciones personales y todo lo demás. Si total, no todo es Derecho… ¿o sí?

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