martes, 17 de abril de 2007

Protestas: un problema de derecho a manifestarse o de decadencia social?


Desde el comienzo del gobierno en curso, nuevamente a cargo de la Concertacion, hemos vivido constantes manifestaciones, ya sea a mano del area salud, los escolares, los "jovenes combatientes", por el tema del Transantiago, etc.



Hoydia, leyendo un articulo de un sujeto llamado Jose Zalaquet, un ex integrante del MAPU para el tiempo de la UP, hizo que cayera en una reflexion fugaz.



En la decada del 70, diversos grupos de jovenes, de distintas clases sociales e ideologias politicas, salieron a la calle a manifestarse y protestar por lo que ellos encontraban errado, tendiente a sus principios. Claramente el contexto era propicio para que esto sucediera, tomando tambien la influencia proveniente de Norteamerica y la corriente juvenil protestando contra su gobierno. Tanto antes del Golpe como despues de este, estos jovenes, algunas veces precariamente organizados, y otras, como grandes conglomerados, lucharon por sus ideales... y muchas veces lo lograron.



Los medios que se utilizaban en la epoca no tenian limites; iban desde pancartas hasta bombas molotov y armas de fuego, lo que muchas veces mantuvo al pais en graves condiciones de violencia. Sea cual fuere el medio que ocupasen, consiguieron su objetivo: que se produjeran cambios en un sinnumero de temas.



Hoy, aproximadamente treinta años despues, se dan situaciones similares. Claramente el contexto politico no es el mismo, pero si la gente siente la necesidad de expresarse y manifestar su malestar al gobierno de turno. Y los medios empleados no distan mucho de los ocupados en aquella epoca; quema de buses, destruccion de propiedad ajena y publica, violencia a granel.



Rescatando lo que decia Zalaquet, la herencia dejada por aquellos ex-mapucistas es un legado de impunidad de sus acciones, ya que muchos de ellos estan en las esferas politicas. Lo grafica como un grupo que se junta a tomar cerveza y dice "uuuuu! que eramos locos en esa epoca"...; claro, demostrandole a la euforica juventud que ellos lograron sus objetivos, de la manera que fuera, y nunca les sucedio nada, sin castigo alguno.



Lo errado de esto radica en que los adultos, mas que alabar la conducta de los chicos, tanto aplaudiendo u omitiendo cualquier reprimenda, deberian dar a entender que no es la forma de manifestarse. No es este el medio a traves del cual deben hacerse valer los derechos, e inculcarles lo que podriamos llamar una responsabilidad civica o una disciplina como herramienta para alegar por sus derechos.



Lamentablemente, en un momento en que la sociedad debiese estar cohesionada y unida en un fin comun, protestando todos juntos por nuestros derechos a aquellos que nos gobiernan, estos hechos de vandalismo y violencia diluyen el objetivo de las mismas protestas. Aquel fin positivo y necesario, que toda la comunidad busca apoyando la mocion, se pierde entre las masas desordenadas y vuelca en contra suya.



Es asi como la gente se vuelve insegura y asustadiza, bien aun mas vulnerados derechos como la libertad personal y seguridad individual, su integridad fisic, su propiedad, y dando pie esto para repudiar la actitud de los jovenes inconsientes que se encuentran tirando piedras en el centro.



Dando una suerte de conclusion a esto, estos motivos logran que, en vez de tener una sociedad compacta, abierta de mente, que se apoya mutuamente, tenemos grupos de personas, que discriminan a los demas por sentirse amenazados, en que el clasismo se hace latente, la violencia se convierte en el pan de cada dia, y la brecha social aumenta, obteniendo al final una involucion de la sociedad, mas que un espiritu unitario de comunidad.



PD: Dejo abierto a que den su opinion sobre el tema, y de antemano me excuso si fui poco preciso o me fui por la tangente

2 comentarios:

Pancho dijo...

Me parece que las protestas violentas no son el medio más propicio para manifestar los problemas, y menos de solucionarlos... lamentablemente nos acostumbramos con la dictadura a hacer todo mediante protestas, claro que en la época había un gobierno que no escuchaba razones... hoy la situación es diferente, pero nada cambia, los mismos vándalos que protegían los cordones industriales el 73 y que protestaban con molotov el 82,hoy son ministros de estado, funcionarios de gobierno y/o veranean en Cachagua los 1 de mayo mientras los niñitos dejan la patá... la misma Concertación que hoy llora con las protestas es la que las propició en su momento.
Me parece que estamos en un país lo bastante civilizado para que estas cosas no sucedan, la única solución a esto es terminar de una vez con los grupos subversivos, no con represión, sino con educación cívica y respuestas a las peticiones de la gente, que lamentablemente cada vez es menos escuchada.

Francisco dijo...

Sin lugar a dudas que se trata de la decadencia social que estamos experimentando.
En el año 1989 cuando se vislumbraba un eminente y triunfal retorno a la democracia en Chile despues de 17 años de un autoritarismo brutal, se incubo un odio en el seno de la clase trabajadora, digo se incubo y no que la clase politica naciente la haya sembrado con el fin de hacer daño a la clase trabajadora, la mas golpeada en los 17 años de gobierno militar, es algo que por si solo fue creciendo cual maleza producto de los sueños incumplidos, frustraciones y falta de oportunidades, y que a partir de 1990 se harian realidad pues con el retorno de la democracia se habia prometido demasiado a quienes nada tenian.
Ahora es menester señalar que durante el gobierno militar las protestas eran minimas, no porque nos encontraramos bien o porque no tuvieramos de que protestar, sino mas bien por las consecuencias que ello acarrearia a los protestantes, carcel, tortura, deportacion y un sin fin de otras penas dificiles de imaginar, basta saber lo que padecio la Sra. Bachelet y su Madre que tuvieron la suerte de sobrevivir, no asi tantos otros que no siendo extremistas sino tan solo opositores desaparecieron cual "solucion final" como la vivida por los judios por parte del Nazismo.
A mis casi 52 años es dificil olvidar lo vivido desde los 18 a los 35 años, pues habiendo vivido el periodo de Allende con un pais convulsionado y dividido entre marxistas y momios, aun no veo la justificacion del 11 de septiembre, si tan solo hubiera existido un minuto de reflexion mas otro de generosidad, mas otro de perdon, mas otro de aceptacion, todo esto por parte de todos los protagonistas de ese entonces, no estariamos viviendo lo que hoy estamos presenciando, una sociedad Chilena dividida por la falta de madurez civica.
17 años de interdicción no se curan en 17 años de democracia imperfecta.